Fairtrade impulsa la igualdad de género en sus cooperativas productoras de Comercio Justo
Las mujeres trabajan la tierra y cultivan entre el 60 y el 80% de los alimentos que se producen en todo el mundo, pero en la mayoría de casos no la poseen.
Están excluidas de los órganos de decisión y dirección, del acceso al crédito, los insumos o la formación, entre otros servicios. Y es que el papel de las mujeres y su contribución a cualquier actividad tiende a ser invisibilizada en la sociedad. Fairtrade lucha para erradicar estas situaciones de desigualdad en cualquier parte del mundo. En este sentido, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura señala que eliminar la brecha de género en la agricultura disminuiría el número de personas desnutridas hasta en 150 millones y podría incrementar la producción agrícola en los países en desarrollo hasta en un 4%.
Para ello, los Estándares Fairtrade de Comercio Justo incorporan requisitos en materia de igualdad para promover el acceso de niñas y mujeres a los beneficios de Fairtrade e impulsar su participación en las cooperativas, que son el motor del Comercio Justo. Este mes, el 2 de julio en concreto, celebramos el ‘Día Internacional de las Cooperativas’, que para Fairtrade es una herramienta clave para fomentar la igualdad y el desarrollo económico sostenible, gracias al compromiso de estas organizaciones con sus comunidades y su apuesta por la participación democrática. Fairtrade, que representa ya a más de 1,9 millones de agricultores y de trabajadores en más de 70 países, apoya el desarrollo de estas asociaciones de productores e impulsa la participación activa de todas y todos sus miembros con nuevos programas de igualdad de género, comités y políticas de género.
Conseguir que la voz de quienes integran sus organizaciones sea escuchada, tanto a nivel interno como externo a lo largo de las cadenas de suministro globales, es uno de los fines que mueve la razón de ser de Fairtrade. Las personas que trabajan en cooperativas certificadas por Fairtrade tienen mejores condiciones laborales, desde contratos más fuertes, protección de salud, seguridad y mejores espacios físicos hasta la representación en la toma de decisiones. Así lo demuestra una revisión independiente de 151 estudios, que pone de relieve que la certificación Faitrade tiene un impacto positivo en los ingresos, el bienestar y la resiliencia de las y los productores. El Precio Mínimo garantizado por Fairtrade, que actúa como una red de seguridad para productores y trabajadores frente a los cambios, y la Prima Fairtrade, una cantidad de dinero adicional al Precio Mínimo que invierten en los proyectos que ellos mismos deciden democráticamente, son algunos de los instrumentos que contribuyen a mejorar sus vidas y las de sus comunidades.
Fairtrade cuenta, del mismo modo, con mecanismos para mejorar la formación de las y los miembros de las cooperativas que certifica. En esta línea, también les facilita la actualización de sus proyectos conforme a las necesidades digitales que requiere el contexto actual. De esta manera, este año ha puesto en marcha la Escuela de Café Fairtrade, un punto de encuentro para enseñar a las y los productores de café certificado Fairtrade vender más café, con precios asequibles y en términos justos a través de la educación digital. En lo que a formación se refiere, destacan, además, las Escuelas de Liderazgo de Mujeres que Fairtrade impulsa para enseñar a las productoras habilidades comerciales, de negociación y financieras y asumir roles de liderazgo y comité dentro de sus cooperativas y comunidades. Fairtrade tiene claro que las cooperativas son el corazón que hace bombear el Comercio Justo y que no se puede alcanzar un mundo justo social, económica y medioambientalmente si se sigue invisibilizando la contribución de la mitad de la población, las mujeres, a la sociedad.