El Comercio Justo es un enfoque comercial que busca promover la equidad y la justicia social y económica en los países productores, garantizando que los trabajadores y productores reciban un precio justo, unas condiciones de trabajo seguras y utilizan prácticas agrícolas y de producción respetuosas con el medio ambiente

El Precio Mínimo Fairtrade es el importe mínimo que se paga a las organizaciones de agricultores y productores cuando venden sus cosechas en condiciones Fairtrade.

Su objetivo es cubrir los costes medios de la producción sostenible de sus cultivos y actúa como una red de seguridad cuando los precios del mercado bajan. Los productores pueden obtener el precio de mercado cuando éste es más alto y siempre pueden negociar para obtener más.

La Prima Fairtrade es una suma de dinero adicional (que se paga además del Precio Mínimo Fairtrade) para que los agricultores o trabajadores inviertan en proyectos de su elección. Juntos deciden cómo gastar la Prima Fairtrade para alcanzar sus objetivos, tales como mejorar sus campos, sus negocios o la salud y la educación en su comunidad.

La justicia social busca asegurar que todos los miembros de una sociedad tengan acceso equitativo a los recursos, oportunidades y derechos, sin importar su origen socioeconómico, género, raza, orientación sexual, religión o cualquier otra característica individual.
La justicia social se basa en la creencia de que todas las personas merecen un trato justo y equitativo, y que todos los miembros de una sociedad tienen una responsabilidad compartida de trabajar juntos para lograr una sociedad más justa e igualitaria.
Desde Fairtrade trabajamos con el objetivo de conseguir medios de vida sostenibles y nos apoyamos en el Comercio Justo para lograr un mundo mejor para todos, en el que la Justicia Social sea la norma, en el que los agricultores y trabajadores del campo puedan acceder a una vida digna, desarrollar su potencial y decidir sobre su futuro mientras se protege el planeta de forma Justa.

Los estándares Fairtrade son los requisitos mínimos sociales, económicos y ambientales, que los productores deben cumplir para obtener la certificación

Cuando los productos tienen el Certificado Fairtrade significa que han sido producidos de acuerdo con los rigurosos Estándares medioambientales, económicos y sociales de Fairtrade International. Esto se verifica de forma independiente a través de auditorías periódicas realizadas por FLOCERT, auditor externo acreditado.
Tener el Sello Fairtrade de Comercio Justo en tus productos significa que los agricultores y trabajadores que cultivaron el producto están recibiendo un precio justo por ello, que las organizaciones están dando prioridad a los derechos de los trabajadores y que siguen las normas medioambientales establecidas.
Con Fairtrade puedes tener la tranquilidad de que tus productos certificados han sido creados de forma que ayudan a las personas que se encuentran al principio de la cadena de suministro y cuidan de la tierra que les ha visto crecer.

El coste de la certificación depende del producto. Nuestro equipo trabajará contigo para determinar qué es lo mejor para tu negocio.

Hay más de 37.000 productos certificados Fairtrade en todo el mundo. Son más de 2.500 empresas las que certifican sus productos con nosotros, desde empresas multinacionales como Ben & Jerry's o Lidl, hasta empresas locales como El Corte Inglés o Chocolates Solé, pasando por empresas de vending como Alliance Vending o entidades comprometidas como Oxfam-Intermón.

En la actualidad hay más de 300 tipos de productos básicos que pueden ser certificados por Fairtrade. Los productos alimentarios certificables van desde plátanos hasta café y cacao, pasando por azúcar, infusiones, algodón e incluso rosas. Nuestra propuesta se centra en productos que no suelen cultivarse o producirse en España. Para saber más, haz click aquí 

Sí. Los consumidores de España cada vez exigen más. Esta creciente ola de consumo consciente es evidente también en nuestro país y cada vez se piden más cosas fuera de lo convencional, como lo local, lo orgánico y el comercio justo. Según nuestro estudio de investigación del consumidor de 2021 realizado por Globescan, el 76% de los consumidores verían una marca a la que ya compran con mayor valor añadido si llevara el sello Fairtrade. 

Muchos productos Fairtrade, como el café, el té y el azúcar, son 100 % certificados Fairtrade. Sin embargo, hay otros productos, como pasteles, galletas, helados y chocolate, en los que las recetas cuentan con una mezcla de ingredientes algunos de ellos certificables Fairtrade y otros no. Estos se conocen como 'productos compuestos'.

Para tener esto en cuenta, Fairtrade ha desarrollado requisitos sobre dónde y cómo se puede usar la certificación FAIRTRADE en función de la política de Fairtrade International.

Los principios fundamentales de estos requisitos son:

– El 100% de cualquier ingrediente que pueda ser certificado Fairtrade, debe ser certificado Fairtrade.

– Cualquier producto puede llevar la certificación FAIRTRADE si más del 50% de sus ingredientes totales (calculados por peso en seco) provienen de cooperativas certificadas Fairtrade.

– Si el contenido total de ingredientes certificados Fairtrade es inferior al 50 %, el producto aún puede ser elegible si tiene un ingrediente Fairtrade significativo que represente más del 20 % del peso seco del producto. Un ejemplo de un ingrediente significativo podría ser una bebida de zumos de naranja hecha con un 20 por ciento de jugo de naranja certificado Fairtrade y el resto agua.

Puedes encontrar más información sobre la certificación de productos y estos requisitos en los estándares Fairtrade.

Sí. Cuando compras y vendes en condiciones Fairtrade, los productores reciben beneficios económicos, medioambientales y sociales tangibles.

Económicos: Dos mecanismos de fijación de precios trabajan juntos para garantizar que los productores reciban una remuneración justa por su trabajo.

1. El Precio Mínimo Fairtrade, que sirve como red de seguridad cuando los precios del mercado caen a un nivel insostenible.
2. La Prima Fairtrade, que se paga sobre el precio final y que ofrece a los productores y trabajadores una forma de invertir en su comunidad, su negocio y su entorno.

Medioambientales: Fairtrade cuenta con criterios claros que incluyen la prohibición de ciertos productos químicos y pesticidas nocivos, la prohibición de semillas modificadas genéticamente (OGM) y la protección de la biodiversidad y el uso adecuado del agua entre otras cosas. Estos criterios fomentan las mejores prácticas para apoyar a las comunidades sanas y la reforestación. 

Sociales: La Prima Fairtrade promueve el proceso democrático, dando a todos un voto. Esto supone un gran impulso para las mujeres agricultoras y trabajadoras, a menudo marginadas. Además, los Estándares Fairtade prohíben el trabajo infantil y forzado, protegiendo a los más vulnerables.

Puedes encontrar productos certificados Fairtrade en grandes superficies, supermercados, tiendas independientes de Comercio Justo, cafeterías, restaurantes,... Accede a nuestro buscador de Puntos de Venta  para saber más.

El enfoque de Fairtrade se basa en estándares rigurosos y capacidad de respuesta. 

Para que los agricultores, trabajadores, consumidores y empresas sigan confiando en Fairtrade, nos tomamos muy en serio las acusaciones de uso indebido de nuestra marca.

Si crees que la marca FAIRTRADE se está utilizando incorrectamente, háznoslo saber llamándonos al  +91 543 33 99 o poniéndonos un mail a info@fairtrade.es

El Sistema Internacional Fairtrade nace en 1997 con el propósito de asegurar medios de vida mejores y sostenibles para todos los agricultores y trabajadores, protegiendo al mismo tiempo la sostenibilidad del planeta.

Influimos en el funcionamiento del comercio mundial y a día de hoy somos la certificación sostenible de productos de Comercio Justo más fiable y reconocida del mundo.
Detrás del sello Fairtrade hay un sistema internacional de certificación con el que se pretende garantizar el cumplimiento de estándares relacionados con la producción o suministro de un producto o ingrediente.

Nuestra teoría del cambio se basa en la creencia de que los productores saben mejor que nadie lo que necesitan, y que para cambiar el status quo necesitan recursos, poder de negociación y un asiento en la mesa de toma de decisiones. Esto puede verse a nivel de cooperativa -donde los miembros agricultores eligen cómo se utilizan los fondos de la Prima Fairtrade- y en el principal órgano de gobierno de Fairtrade International, donde los agricultores tienen el 50% del poder de decisión.

Los estándares Fairtrade abarcan los factores económicos, sociales y medioambientales de la agricultura con el objetivo de crear cadenas de suministro más equitativas y resistentes que den prioridad a los agricultores que a menudo quedan al margen de todos los beneficios del comercio mundial. Están disponibles públicamente en Fairtrade.net
Fairtrade International establece estos criterios mediante un exhaustivo análisis de los costes de producción y consultas con empresas, expertos del sector y, lo que es más importante, los propios productores.
FLOCERT, una organización independiente, audita tanto a los productores como a las empresas en función de estos criterios. Se certifica cada paso de la cadena de suministro. Las auditorías son anunciadas y no anunciadas. FLOCERT tiene la capacidad de certificar, suspender y descertificar, no Fairtrade. Tras la certificación exitosa de una organización de productores, se inicia un ciclo de certificación de tres años.

Cuando una cooperativa solicita certificarse, comienza un proceso en el que se le hace una auditoría. Sí esa auditoría es superada, se inicia un ciclo de certificación de tres años. Durante ese período, se pueden llevar a cabo hasta dos auditorias (anunciadas o por sorpresa) en función de la situación actual de cada organización. Estas evaluaciones se basan en el seguimiento de datos rutinarios, incluyendo las cantidades de Prima Fairtrade recibidas y pagadas, así como el historial de cumplimiento de las organizaciones. Además, en el caso de que haya algún tipo de incumplimiento, se hace una auditoría de seguimiento (sin previo aviso) para comprobar que se han subsanado los problemas detectados. Esto se hace especialmente cuando ha habido denuncias previas, mala praxis o incumplimiento de nuestras normas y estándares.
Durante el tercer año se realiza una auditoría de renovación. Si la auditoría de renovación concluye con éxito, FLOCERT expide un nuevo certificado y comienza el siguiente ciclo de certificación de tres años.

La metodología de FLOCERT unifica dos tipos de metodologías que dan como resultado auditorias basadas en el muestreo estadístico y el basado en el propio juicio de los expertos que van al terreno.
En las auditorías específicas y sin previo aviso se utiliza el muestreo basado en el juicio, considerando riesgos, complejidad de requisitos y procesos de la organización. En el cacao, se ajusta según la ubicación de las explotaciones, priorizando las cercanas a zonas protegidas.
Para auditorías iniciales y de renovación de OPP (Organizaciones de pequeños productores) de 1er grado, FLOCERT emplea un muestreo estadístico, visitando un número mínimo de explotaciones según la adhesión al sello: dos para menos de 50 miembros, cinco para 50-500, y diez para más de 501 miembros. Estos números también aplican a auditorías basadas en muestreo basado en el juicio.

La certificación Fairtrade exige que las cooperativas de agricultores participen activamente en la prevención, identificación y corrección del trabajo infantil. Las cooperativas de agricultores están obligadas a contar con planes de seguimiento y corrección del trabajo infantil, tal y como se establece en los estándares Fairtrade. FLOCERT cuenta con mecanismos y procesos en caso de que se detecte trabajo infantil durante una auditoría. Fairtrade trabaja codo con codo con las cooperativas de agricultores para garantizar que la organización adopta medidas claras para abordar el problema de forma significativa en lugar de limitarse a abandonarlo.
Al mismo tiempo, Fairtrade también apoya a los productores para que amplíen sus acciones. Los estándares Fairtrade exigen a los exportadores, importadores, fabricantes, marcas y minoristas de las cadenas de suministro de Fairtrade que apoyen a las cooperativas de productores para abordar y remediar el trabajo infantil y el trabajo forzoso.
En 2023, lanzamos el Programa de Prevención y Remediación del Trabajo Infantil y el Trabajo Forzoso de Fairtrade, que desembolsará fondos a cooperativas agrícolas seleccionadas para iniciativas centradas en elementos esenciales, pero a menudo insuficientemente financiados, para
fortalecer los derechos de los niños y poner fin a las prácticas nocivas.
Se necesitan normas y auditorías rigurosas, y aunque estos programas tendrán impacto, sabemos que no son suficientes para erradicar el trabajo infantil. Por eso Fairtrade hace hincapié en abordar las causas profundas, como la mejora de los ingresos de los agricultores, y en canalizar los recursos para que los agricultores puedan actuar allí donde vean mayores necesidades.

Con estándares sólidos: Los Estándares Fairtrade prohíben el trabajo infantil según la definición de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Esto incluye abordar las causas profundas del trabajo infantil, como la pobreza y la falta de acceso a la educación. Las organizaciones Fairtrade no pueden emplear a menores de 15 años; los menores de 18 años no pueden realizar trabajos que pongan en peligro su escolarización o su desarrollo. Sólo se permite que los niños ayuden en explotaciones familiares bajo estrictas condiciones, incluyendo fuera del horario escolar o durante las vacaciones.

Con proyectos y programas específicos: El Programa de Prevención y Remediación del Trabajo Infantil y Forzoso de Fairtrade cuenta con un presupuesto inicial de 450.000 euros para ayudar a las cooperativas de cacao de África Occidental a invertir en la generación de ingresos familiares adicionales para que no tengan que poner a trabajar a los niños. También se concederán subvenciones para la educación de los niños y para proyectos comunitarios que aborden la pobreza de los hogares.

Con supervisión basada en la comunidad: Desde 2016, el sistema de Monitoreo y Remediación Comunitario Inclusivo para Jóvenes (YICBMR, por sus siglas en inglés) de Fairtrade se ha desplegado en 18 países, cubriendo a varios productores Fairtrade. Un informe independiente concluyó que el sistema YICBMR de Fairtrade era más relevante, más fuerte, más eficaz en la sensibilización y el desarrollo de capacidades, la prevención, el monitoreo y la remediación que los Sistemas de Control Interno existentes.

Con Protección infantil a través de la mitigación y la reparación: Si Fairtrade detecta infracciones de nuestros requisitos de protección infantil en cualquier organización certificada Fairtrade, tomaremos medidas inmediatas para proteger al niño o niños afectados: Trabajamos con organismos nacionales de protección de la infancia, autoridades locales y organizaciones de defensa de los derechos de la infancia para garantizar una reparación segura y el bienestar a largo plazo de los niños. Fairtrade pone en contacto a las empresas con los productores para abordar el problema del trabajo infantil, por ejemplo, a través de la sección de mejores prácticas voluntarias del Criterio de Comercio Justo Fairtrade para Comerciantes.

Llamamiento a la acción: Para acabar con el trabajo infantil es necesario que todos -agricultores, consumidores, empresas y gobiernos- pongan de su parte. Al comprar productos Fairtrade, no sólo ayudas a los productores a ganarse mejor la vida y a enviar a sus hijos a la escuela, sino también a combatir las causas subyacentes del trabajo infantil en sus comunidades.

Con estándares sólidos: Los Estándares Fairtrade prohíben el trabajo infantil según la definición de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Esto incluye abordar las causas profundas del trabajo infantil, como la pobreza y la falta de acceso a la educación. Las organizaciones Fairtrade no pueden emplear a menores de 15 años; los menores de 18 años no pueden realizar trabajos que pongan en peligro su escolarización o su desarrollo. Sólo se permite que los niños ayuden en explotaciones familiares bajo estrictas condiciones, incluyendo fuera del horario escolar o durante las vacaciones.

Con proyectos y programas específicos: El Programa de Prevención y Remediación del Trabajo Infantil y Forzoso de Fairtrade cuenta con un presupuesto inicial de 450.000 euros para ayudar a las cooperativas de cacao de África Occidental a invertir en la generación de ingresos familiares adicionales para que no tengan que poner a trabajar a los niños. También se concederán subvenciones para la educación de los niños y para proyectos comunitarios que aborden la pobreza de los hogares.

Con supervisión basada en la comunidad: Desde 2016, el sistema de Monitoreo y Remediación Comunitario Inclusivo para Jóvenes (YICBMR, por sus siglas en inglés) de Fairtrade se ha desplegado en 18 países, cubriendo a varios productores Fairtrade. Un informe independiente concluyó que el sistema YICBMR de Fairtrade era más relevante, más fuerte, más eficaz en la sensibilización y el desarrollo de capacidades, la prevención, el monitoreo y la remediación que los Sistemas de Control Interno existentes.

Con Protección infantil a través de la mitigación y la reparación: Si Fairtrade detecta infracciones de nuestros requisitos de protección infantil en cualquier organización certificada Fairtrade, tomaremos medidas inmediatas para proteger al niño o niños afectados: Trabajamos con organismos nacionales de protección de la infancia, autoridades locales y organizaciones de defensa de los derechos de la infancia para garantizar una reparación segura y el bienestar a largo plazo de los niños. Fairtrade pone en contacto a las empresas con los productores para abordar el problema del trabajo infantil, por ejemplo, a través de la sección de mejores prácticas voluntarias del Criterio de Comercio Justo Fairtrade para Comerciantes.

Llamamiento a la acción: Para acabar con el trabajo infantil es necesario que todos -agricultores, consumidores, empresas y gobiernos- pongan de su parte. Al comprar productos Fairtrade, no sólo ayudas a los productores a ganarse mejor la vida y a enviar a sus hijos a la escuela, sino también a combatir las causas subyacentes del trabajo infantil en sus comunidades.

Con Estándares sólidos: Los Estándares Fairtrade están diseñados para mejorar la calidad del suelo y del agua, evitar productos químicos nocivos, eliminar la deforestación, gestionar los residuos, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y proteger la biodiversidad.

Con agricultores y trabajadores expertos: Trabajamos con agricultores y trabajadores para desarrollar sus habilidades y conocimientos mediante apoyo técnico, formación e información sobre cuestiones medioambientales y el impacto que éstas tienen en sus vidas y cultivos.

Con precios justos: Sería imposible que los agricultores se centraran en la resiliencia climática si siguieran luchando por ganarse la vida. El Precio Mínimo Fairtrade actúa como red de seguridad cuando los precios del mercado bajan.

Con un enfoque basado en la agroecología: Fairtrade apoya e incentiva los principios de la agroecología para la transición hacia prácticas agrícolas más resilientes y la implementación de planes de adaptación al cambio climático.

Con incidencia política: Hacemos campaña por la justicia climática y comercial en las cadenas de suministro, trabajando con organismos internacionales, gobiernos nacionales, comerciantes y minoristas para abordar el impacto negativo de las prácticas comerciales sobre el medio ambiente y para que rindan cuentas de sus compromisos climáticos y de la diligencia debida en materia medioambiental.

Con créditos de carbono: Los créditos de carbono Fairtrade permiten a los agricultores y trabajadores de todo el mundo acceder a la financiación del carbono.

Con estándares sólidos: Los Estándares Fairtrade se basan en los convenios y recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). También incluimos normas sobre salud y seguridad, a la vez que establecemos condiciones de empleo para temas como salarios, tiempo de vacaciones, seguridad social y contratos en nuestro Estándar sobre Trabajo Contratado.

Dándole voz a los trabajadores: Fairtrade exige a los empleadores que reconozcan el derecho de sus empleados a participar en un sindicato para negociar mejores salarios y condiciones de trabajo con sus empleadores. También organizamos actividades de formación para enseñar a los trabajadores sus derechos y cómo relacionarse con la dirección.

Con precios justos: Unas buenas infraestructuras, condiciones laborales y el pago de salarios justos empiezan por obtener un precio justo por su producto. Fairtrade estipula un precio mínimo para los productos que actúa como red de seguridad para agricultores y trabajadores. El Precio Mínimo Fairtrade es el mínimo que se paga a las organizaciones de productores cuando venden sus productos a través de Fairtrade.

Con salarios justos: Los Estándares Fairtrade establecen que los empleadores deben pagar al menos el salario mínimo nacional y avanzar hacia un salario digno. Un salario digno es un derecho humano y la ambición de Fairtrade es que todos los trabajadores puedan ganar un salario digno y disfrutar de unas condiciones laborales decentes.

Colaborando con organizaciones sindicales: Fairtrade se asocia con organizaciones de defensa de los derechos laborales y otras organizaciones para realizar cambios amplios que mejoren la vida de todos los trabajadores, no sólo de los empleados en explotaciones y plantaciones certificadas Fairtrade. Nuestras iniciativas pretenden atraer a otros e impulsar el cambio más allá del ámbito individual de la empresa.

Con desarrollo comunitario: Parte de la prima financiera Fairtrade -debe invertirse en proyectos comunitarios como educación y sanidad, mejorando el nivel de vida de los trabajadores y sus familias.

Es un salario que cubre las necesidades básicas de los trabajadores y sus familias, incluyendo alimentación, ropa, vivienda, atención médica, educación, transporte al trabajo y un poco más para circunstancias imprevistas.

Con estándares sólidos: Los Estándares de Comercio Justo Fairtrade están diseñados para prevenir la desigualdad de género, incluyendo requisitos de no discriminación, tolerancia cero con los comportamientos abusivos y la no realización de pruebas de embarazo en la contratación.

Con programas de apoyo a los productores: Contamos con programas específicamente diseñados para formar a las mujeres y ayudarlas a asumir funciones de liderazgo dentro de su comunidad. Por ejemplo, las redes de productores están poniendo en marcha escuelas femeninas de liderazgo, que permiten a las mujeres aprender técnicas empresariales, de negociación y financieras. Muchas de ellas pasan a ocupar cargos directivos y de comité en sus cooperativas y comunidades.

Con el uso de la Prima: Muchos proyectos de la Prima de Comercio Justo Fairtrade benefician directamente a las mujeres, permitiendo cambios en la toma de decisiones y en las estructuras de gobierno de las organizaciones de productores certificadas, y mejorando las oportunidades económicas. Por ejemplo, la cooperativa de frutos secos Del Campo en Nicaragua utiliza su Prima de Comercio Justo Fairtrade para apoyar los negocios emergentes de las mujeres.

Con acceso al mercado: También hay iniciativas específicas dirigidas a la iniciativa empresarial y a las mujeres. Por ejemplo, el Programa de Mujeres en el Café en Kenia.

Con investigación y datos: El seguimiento de la desigualdad de género es crucial para aprender lo que funciona mejor y aprovechar los éxitos. Fairtrade realiza varios estudios al respecto.

Fairtrade es un actor más en la lucha por cambiar la manera de hacer negocios. Para alcanzar un nivel de vida digno, proteger el medio ambiente y defender los derechos humanos será necesario que todos nos unamos para realizar cambios significativos. Desde las empresas a los gobiernos, pasando por las certificaciones, las ONG y la sociedad civil, ninguno de nosotros puede solucionar estos problemas de forma aislada.
La industria chocolatera, cafetalera, algodonera, azucarera… debe dar un paso adelante y pagar más a las personas que cultivan las materias primas que luego ellos procesan. Instamos a la industria a que respalde sus promesas con medidas, recursos y una colaboración intersectorial justa con los agricultores.
Cualquiera que se tome en serio acabar con el trabajo infantil tiene que tomarse en serio acabar con la pobreza de los agricultores. Debería ser la norma que las empresas paguen lo suficiente y colaboren con los agricultores para que todos se beneficien cuando los consumidores disfrutan de sus productos certificados Fairtrade.
Creemos que los derechos humanos y la protección del medio ambiente son responsabilidad de todos a lo largo de la cadena de suministro, y deberían ser también un coste compartido. Revisamos y alineamos regularmente los estándares Fairtrade con tendencias y legislaciones importantes, como la normativa de la UE sobre deforestación (en vigor) y la debida diligencia en materia de derechos humanos y medio ambiente (aún en curso). Estas actualizaciones ayudarán a los productores a mantener el acceso a mercados importantes, aunque sabemos que requieren aportaciones significativas por parte de los productores, ya sea en mano de obra, tecnología o costes. Fairtrade ha trabajado para abogar por y con los productores para distribuir más equitativamente esta carga a lo largo de la cadena de suministro.